Los cementerios militares
de los peñones españoles norteafricanos
Levantar un cementerio militar español es,
moralmente, como arriar la Bandera de España.
Ha sorprendido, a muchos, la dolorosa e incomprensible decisión publicada en el BOE (Núm. 163 de 7 de julio de 2101) sobre el levantamiento y traslado de los cementerios militares de los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera.
Aunque en el citado “anuncio” no se especifiquen los motivos de la citada decisión, es obvio, y las informaciones sociales así lo manifiestan y justifican, que se ha debido a su grave estado de conservación (otra motivación sería, muy seguramente, más injustificable aún). Es evidente que, después de más de un siglo de existencia, se ha llegado, solo últimamente, a tal estado de degradación por falta de mantenimiento, a causa de la desidia de los responsables de su digna conservación.
Porque, además del lema que encabeza este texto, va contra los principios de la doctrina militar, que se basa en la indiscutible importancia de los valores morales (¿O ahora no?). Salvo que también hayan derogado, o sean también papel mojado, los artículos 21 y 23 de las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas.
Sería indigno argumentar falta de presupuesto, porque hay que priorizar los dichos valores morales sobre otros más banales, y porque, con voluntad militar, hay otras formas extrapresupuestarias para mantener los citados cementerios; como podemos poner los ejemplos concretos de Alhucemas y el militar de Tetuán.
La situación actual de los cementerios de los peñones de Alhucemas y de Vélez de la Gomera, cargados de heroica historia militar española, es, si cabe, más dolorosa para esta Fundación, porque en el año 2017 se ofreció oficialmente para su reparación y mantenimiento, habiendo recibido como respuesta un sospechoso silencio administrativo. Sobre todo, porque sería más costoso un levantamiento y traslado digno que un plan de mantenimiento integral a largo plazo.
La Fundación Indortes mantiene su ofrecimiento para hacer las gestiones necesarias para mantener dignamente los cementerios de los peñones de Alhucemas y de Vélez de la Gomera, antes de que sea demasiado tarde y la ignominia de su levantamiento se ejecute.
La Fundanción Indortes